icon

julio 14, 2022

Bianca BejosHilvanar Historias

Sus diseños le abrieron las puertas de la industria de la gastronomía y la hospitalidad, ahora Bianca Bejos busca llegar a más personas a través de Esenciales Folklórika, que como bien define es “llegar de la cocina a la mesa.

La cocina es ese espacio donde puedes experimentar, jugar y compartir, un sitio en el que se sazonan sueños y recuerdos. Para muchos es su zona de trabajo y como tal es necesario lucir ad-hoc, es ahí donde la diseñadora Bianca Bejos entra a escena con su firma Folklórika, la cual fundó hace una década y ha llamado la atención de los protagonistas de la industria de la gastronomía y la hospitalidad por su propuesta de inspiración 100% mexicana, con la que ha podido reinventar la cultura del uniforme a través de exclusivas creaciones que aportan comodidad y estilo.

“Folklórika te acompaña en esos instantes especiales, para mí el momento más importante en la vida es la comida y el poder acompañar con estos complementos textiles es gratificante, poder vestir hasta una mesa, porque justo la idea de Esenciales es llegar de la cocina a la mesa y poco a poco estamos creciendo nuestra línea de accesorios, no nada más para cuando estés cocinando, sino también a la hora de comer con una servilleta linda o un mantel que te cuente historias, porque se trata de narrar lo que hacemos, de dónde venimos, cómo lo elaboramos”, cuenta Bianca.

AMOR GENERACIONAL

Echar una mirada al pasado es parte de la labor de Bianca, quien en sus piezas fusiona cortes inspirados por culturas ancestrales con la nobleza de los tejidos naturales para la creación de prendas funcionales concebidas para las labores cotidianas. Es por eso que muchas empresas han depositado su confianza en ella como el hotel Chablé, el restaurante Pujol y el café Aromas.

El gusto que muestra en su quehacer se puede decir que es de familia, como lo descubrió. “En el tema textil tengo un linaje desde mi tatarabuela, por parte de mi papá, quien llegó a México en 1900 y empezó a vender telas en la banqueta, y por parte de mi mamá, mi abuela fundó hace 45 años una tienda de ropa típica mexicana en Cuernavaca, Morelos”, destaca. Mientras que su relación con la cuestión gastronómica viene por su padre y tíos, “fueron restauranteros desde muy jóvenes, mi papá abrió su primer restaurante a los 16 años”.

Mandil Esenciales FolklórikaEs así como su vida ha girado en torno a esos dos ámbitos, sin embargo, ella quería hacer algo complementa distinto. “Viví mucho tiempo en Cuernavaca, allá estudié diseño de moda en una carrera súper tradicional, en un atelier, muy a la antigüita, en un principio yo quería estudiar medicina, no lo logré y mi mamá me empujó un poco a seguir la tradición del negocio familiar. Estuve trabajando muchos años con mi familia y después me vine a la Ciudad de México, laboré con una empresa que hacia prendas para niño, donde realmente obtuve el expertise de la ropa textil”, recuerda

“Folklórika nació a raíz de la petición de un amigo, porque sabía que mi familia trabajaba prendas muy artesanales y me pidió hacerle unas filipinas con diseño para unas cápsulas que iba a grabar, ahí me entró la inquietud e hice un viaje a Oaxaca, donde fue la explosión de la creatividad, no conocía la región, empecé a desarrollar una colección muy, muy mexicana de filipinas –que son estos sacos de trabajo de los chefs–, pero se quedó la idea en el tintero. Ya en la CDMX conozco a mi ahora esposo, David Bessoudo, quien es chef, él fue quien me impulsó a hacerlo, le conté esta idea y se convirtió en mi conejillo de indias, empecé haciéndole filipinas con unas propuestas de telas no tan institucional, así arranqué, buscando materiales muy exclusivos, fue muy fácil por el contacto de mi familia con sus proveedores, así surgió la línea de ropa gastronómica”, afirma Bianca, quien de vender entre familiares, amigos y bazares, ahora tiene clientes en todo el país.

Folklórika te acompaña en esos instantes especiales, para mí el momento más importante en la vida es la comida y el poder acompañar con estos complementos textiles es gratificante.

“Somos un taller con 15 personas, le trabajamos a los mejores restaurantes y hoteles, también con chefs muy reconocidos, pero todo ha sido de boca en boca, hemos tenido un crecimiento muy orgánico por la relación que tengo con los clientes, eso es importante destacar, ese trato tan cercano, tan exclusivo. Tenemos dos líneas de negocio, iniciamos con la B2B, que es personalizada a detalle para cualquier tipo de proyecto gastronómico al que ofrecemos una imagen exclusiva, con un balance entre diseño, funcionalidad y durabilidad; y Esenciales que resurgió el año pasado en la pandemia, esta pausa de las actividades ordinarias en Folklórica me permitió plantear esta línea lista para usarse, que no requiere el tiempo de entrega que la B2B, porque sí es un proceso largo que puede ser hasta de 60 días, por la conceptualización textil de la imagen del personal, pero Esenciales no, va a la esencia de Folklórica, de este diseño mexicano contemporáneo. Empezamos a hacer las prendas bestseller de la línea B2B con ese mismo esquema de personalización, te podemos bordamos tu logo, tu nombre, tratamos de dar esa extensión de servicio hasta donde se pueda a las personas que compran en la tienda en línea”.

Con orgullo

Café BunaLa propuesta de Esenciales Folklórika revalora los procesos de costura, por tal razón en las camisas se aprecian plisados elaborados a mano y el fiting ergonómico de sus pantalones para permitir la movilidad, mientras que los modestos y prácticos mandiles renuevan sus códigos para combinar armoniosamente en el look, todo bajo una paleta equilibrada y sobria que va desde tonos blancos, negros, beiges, índigos y otros matices nombrados laurel, piloncillo o macadamia para evocar una imagen culinaria. Sin olvidar esa mirada a las raíces mexicanas a través de los textiles de los artesanos de Tenancingo, en el Estado de México, que aportan un sutil homenaje a las tradiciones del país.

“Estos reboceros llevan trabajando con mi familia más de 20 años y hoy en día colaboramos con nuevas generaciones. Por lo menos al año mandamos a hacer más de 100 rebozos para ciertos proyectos impulsando así este oficio, para que no se pierda, porque escuchas entre los artesanos que ya no le ven el valor de seguir con este linaje. Para mí es bien importante impulsar su historia, exaltar que viene de muchos años atrás y confirmar que lo que te apasiona muchas veces lo traes hasta en la sangre”, acota.

Pasión que muestra en sus trazos, en especial en Esenciales, con su ropa que va desde los delantales y camisas de trabajo, “la filipina para mí se está convirtiendo en una prenda old school, muy tradicional, por eso queremos darle ese giro con una camisa funcional que te sirva, proteja y tenga una tela para que no se le quede la grasa”, hasta una serie de accesorios como servilletas, tote bags y cubrebocas.

Es un diseño que surgió a raíz de la contingencia y con el fin de solidarizarse con la industria hotelera y restaurantera, que Biana sabía serían de los más afectado. “Teníamos un rack de telas, porque tratamos de ser una empresa sostenible, y salió la oportunidad de usarlas haciendo cubrebocas que mandamos a nuestros clientes, quedaron algunos y los subimos a la tienda en línea, la naturaleza del producto no era que fuera caro y de pronto se volvió un éxito, recibimos mil comentarios y entramos en una tesis de su elaboración, porque todo fue un aprendizaje de cuál es la tela indicada, el material más cómodo, pasó que hubo un desabasto de suministros general en toda la ciudad y no teníamos elástico o el filtro termosellado, fue una locura, pero nos fue increíble y hoy ya tenemos la tercera generación de mascarillas, hemos tratado de mejorarla, no sabemos si llegó para quedarse, pero por lo menos un buen rato sí lo llevaremos”, destaca.

Además de la recuperación textil con los tapabocas, Bianca está muy comprometida con el medio ambiente. “Tratamos de recuperar todo el textil que se pueda, el año antepasado enviamos más de una tonelada a reciclar y hoy en día estoy viendo la posibilidad de colaborar con Basura Cero, porque hay ciertos polímeros que le ayudan a hacer reciclado. Eso es algo que se ha dado naturalmente, siempre he tratado de implementar esta cultura con el equipo y con los clientes, de anunciar en la página que tal producto es de recuperación textil, tal vez no te va a llegar el mismo color, pero estas apoyando a que no tiremos esa tela, porque la industria textil es de las que más contaminan en el mundo”.

Finalmente, la diseñadora no para y ya está desarrollando nuevas ideas. “Tenemos una proyección de crecimiento con Esenciales grande, queremos integrar nuevas prendas como los jumpsuits y unas chaquetas funcionales, también ampliar la línea de productos, viene la próxima colección con nuevos materiales, con más tecnología, con repelentes que no son agresivos y ecotwist, telas ya fabricadas a través de desperdicios orgánicos como pet recuperado hecho hilo en poliéster, y de nuestra línea personalizada colaboraremos con uno de los hoteles Hilton y con el Four Seasons”.